Parece una tontería, pero quería despedirme de vosotros, y también de los autores, algunos que apenas veo, y deciros que me partí la crisma con este blog muy agustito y que si me diesen la oportunidad, lo volvería a hacer. Muchos comentarios de "¡vuelve, vuelve!" tendría que tener esta entrada de este blog ya olvidado, y también ganas de los demás cacho perros que lo formábamos (alguno incluso no llegó a escribir ni una sóla entrada), para volver del submundo (dícese del fumeteo sin cesar). Y ya que estoy, leche, pondré mi última entrada, que por qué no, un chistecito, que para quien lo lea, una sonrisilla le viene en gana. Alguno de vosotros ya lo conoce (sobre todo mi novia... que lo cuento a todas horas porque me hizo mucha gracia)...Después de un excitante, fogoso, sabroso y reparador 69 con su novia, Alberto se acuerda que tiene una consulta con su odontólogo esa misma tarde. Como teme que el dentista note su aliento de vagina, se cepilla los dientes 457 veces, pasa el hilo dental 248 veces, y se toma 15 litros de Listerine. Llegado al consultorio, se chupa 25 caramelos de HALLS y es atendido por el dentista, quien le manda sentarse en la silla. Posicionado y con la boca abierta, Alberto se tranquiliza y deja al profesional hacer su trabajo. El dentista se aproxima a la boca de Alberto y afirma categórico:
-¡Ostias Alberto! ¿Como haces un 69 antes de venir al dentista?
-¡Doctor! ¿Todavía tengo aliento a coño?
-¡No cabrón...! ¡Te huele la frente a culo!
(Aaaaahh!! ya sé a qué viene la foto... pero yo quería un 69... voy a meterme en Orgasmatrix... pajero compulsivo...)
Bueno chavales, ha estado chula la cosa esta de los blogs. Despedirme de vosotros con un ostiazo bien dao de mi parte, y ya nos veremos en próximas reuniones de alcohólicos anónimos... ¡La entrada no ha terminado! Pincha aquí para seguir leyendo...







